miércoles, 16 de marzo de 2016

La constelación más brilante

Ella no le encontraba ningún sentido.No entendía por qué cuando pasaba malos días, cuando estaba triste o cuando lloraba hasta perderse entre sueños y pesadillas su mente vagaba hasta ese momento ocurrido tantos años atrás.

Tendría cuántos, ¿Cuatro años?¿tres?
Era tan pequeña, tan inocente, tan ingenua...¿Cómo pudo marcarle tanto una cosa tan simple?¿Cómo podía seguir recordándolo con tanta claridad si la mayoría de los recuerdos de su infancia eran tan borrosos que no era capaz de diferenciarlos de sueños?

Simplemente no podía olvidarlo, el día en el que entre lágrimas pidió a sus padres una barita con luces en una feria.
No se la compraron, claramente, pensaron que eran caprichos de niños. Ya se le pasará, dijeron ignorantes de las ilusiones que movían los actos de la niña entonces.

En ese momento ella solo tenia la intención de colocar esa luz azul como el cielo nocturno junto al retrato de su abuela para que la envolviera en la calidez de su brillo, la guiara en su viaje surcando las estrellas y así  no se perdiera en la oscuridad del universo.

Allí pasaría a formar parte de la constelación más brillante. O eso le habían dicho cuando su abuelita había dejado de respirar.  

Luz(LRG).


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