A veces deseo enamorarte de nuevo, después vuelvo a pensar,
y me digo a mi misma todo lo que en realidad nunca quise escribir:
¿enamorarte ¿Y para que? Si al final solo acabas por
comprender que las rupturas no se superan, aprendes a vivir sin mandar un buenos
días a la otra punta del mundo por más que te arda la garganta en deseo de
pronunciar su nombre.
Te desacostumbras a revisar continuamente los mensajes en
busca de un qué tal te ha ido hoy y tener orgasmos de recuerdos alborotados se
convierte en rutina,siempre con la esperanza de que algún día sin explicación
alguna decidas que dejarnos helar por el tiempo fue un error y vuelvas a ser el
chico detrás de mi pantalla.
No, en realidad ya no te espero,
duele olvidar pero yo no olvido,
yo
te convierto en poesía.
A veces aun recibo mensajes tuyos disculpándote por hacerme
esto.
El ocaso juega a ser infinito...
Y de repente se abre ese armario donde
guardaste el dolor con la prisa de una principiante, aunque ya te descosieron
mil veces las heridas, y se desata la tormenta,
llueven palabras a
tus dedos,
y se ahogan en papel las letras de una música acompasada con
tu pulso.
Ahora me escondo en tu ausencia y soy silencio,
solo así
puedo permanecer cerca de ti, aún estando tan lejos, y de una vez por todas,
poetizarte.
Luz (LRG).