viernes, 22 de abril de 2016

Susurros de poniente

Ella era un tornado que arrasaba no dejando indiferente
a las personas que conocía en su camino.
Él era un apasionado de los desastres naturales
que dejan huellas en el alma.

Ella era su metáfora.Él su alegoría.
Eran esa historia sin principio ni final. 
Esa rosa sin espinas pero con escamas
envejecidas y rotas por el tiempo.
El Sol sin luz que atrae las estrellas.

Lo eran todo el uno del otro
y a la vez no eran nada,
solo susurros del corazón 
perdidos en el viento de poniente.

                                                                 Luz(LRG).


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