Y que arda el viento
si vuelvo a embriagarme
con tus sabios ojos borrachos.
Que suenen las campanas
de la eterna agonía
que se ocultan en mi risa.
Que se pare el tiempo
en estos versos sangrientos
que transportan mi alma
al laberinto de tus orgullosos
besos letales.
Luz(LRG).
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