lunes, 27 de junio de 2016

Cenizas en la Vía Láctea

Dicen que vivir en nueva York es para arriesgados,
que la cerveza y el vino amargan después de media noche,
que hay cenicientas sin cuento 
bailando descalzas en algún recóndito callejón
de una tal California.

Dicen que los sueños para dos se vuelven silencios,
que la luna asesina príncipes azules,
que desde Manhattan se puede llegar a Júpiter.

Dicen que los ojos verdes engatusan a princesas de barrio,
que las constelaciones se citan en verso,
que la primavera huye de los amantes.

Dicen que soy Casiopea.
Dicen que tú eras Orión.

Dicen que nos conocimos entre sábanas
y que perdiste la vida intentando seducirme.

Dicen que bordamos en hilos de plata
la melodía del piano mentiroso
que nos prometió una historia de amor eterno.

 No saben nada.

No saben que fue Afrodita,
recelosa e indómita,
quien descosió sin cuidado nuestras Constelaciones,
esparciendo por todos lados las cenizas de nuestros corazones.

No saben que ahora estaremos juntos por siempre,
formando un pequeño rincón del Universo,
ese que algunos llaman Vía Láctea.

                                          Luz(LRG).


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